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Comunidad de Responsables MARIA AUXILIADORA

Evangelización

Toma tu CRUZ y sigueme

Toma tu CRUZ y sigueme

EL AMOR y LA CRUZ                                                                                              

Una experiencia que marcó a Francisco para toda su vida

Un día de otoño de 1205, mientras oraba, el Señor le prometió a Francisco que pronto daría respuesta a sus preguntas. A los pocos días, paseando por los alrededores de Asís, pasó junto a la antigua iglesia de San Damián y, conmovido por su estado de inminente ruina, entró a rezar, arrodillándose con reverencia y respeto ante la imagen de Cristo crucificado que presidía sobre el altar. Y, estando allí, le invadió, más que otras veces, un gran consuelo espiritual. Con los ojos arrasados en lágrimas, pudo ver como el Señor le hablaba desde la cruz y le decía: "Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala".

Tembloroso y sorprendido, él contestó: "De muy buena gana lo haré, Señor". Luego se ensimismó y quedó como arrebatado, en medio de la iglesia vacía. Fue tal el gozo y tanta la claridad que recibió con aquellas palabras, que le pareció que era el mismo Cristo crucificado quien le había hablado.


Todos los biógrafos coinciden en calificar de éxtasis o visión la experiencia de San Damián. Santa Clara escribe que fue una "visita del Señor", que lo llenó de consuelo y le dio el impulso decisivo para abandonar definitivamente el mundo. A esta visión parece referirse San Buenaventura, cuando refiere que el santo, tras el encuentro con el leproso, estando en oración en un lugar solitario, tras muchos gemidos e insistentes e inefables súplicas, mereció ser escuchado y se le manifestó el Señor en la cruz. Y se conmovió tanto al verlo, y de tal modo le quedó grabada en el corazón la pasión de Cristo, que, desde entonces, a duras penas podía contener las lágrimas y los gemidos al recordarla, según confió él mismo, antes de morir. Y entendió que eran para él aquellas palabras del Evangelio: "Si quieres venir en pos de mí, niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme" Mt 16, 24.

Queridos Hermanos de la Zona 06, hoy queremos invitarlos a que juntos reflexionemos sobre las condiciones que JESUS pone a quienes desean ser sus DISCIPULOS: “El que quiera  venir en pos de mí - Él les decía a todos -, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame

¿Cuáles son?

1.     Negarse a si mismo, significa renunciar a ser uno el centro de si mismo.

2.     Cargar con la CRUZ, esto nos indica estar dispuestos a morir.

3.     Seguir a CRISTO, consiste en identificar nuestra voluntad con la suya.

¿Qué significa tomar la cruz cada día, como condición para seguir a Jesucristo?

El que coge el madero y lo pone sobre sus hombros acepta su destino, sabe que su vida terminara en esa cruz.

Hermanos(as) tomar la CRUZ expresa una decisión resulta, indica que estamos dispuestos a seguirle, si fuera preciso, hasta la muerte, que queremos imitarle en todo, sin poner limite alguno. Debe quedar muy claro que “con esta expresión Jesús no pone como centro de su doctrina la mortificación y la renuncia, como cosas prioritarias, al deber de soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias; menos aún, pretende ser una exaltación del dolor como medio para agradar a Dios”. Podemos entender fácilmente que Dios no goza con el dolor ajeno; si así fuera, no sería un Dios bueno. También parece claro que el centro de la doctrina de Cristo no es el dolor sino: “el mandamiento del amor”.

El seguir a CRISTO de cerca nos llevara a la abnegación más completa, a la plenitud del amor, a la alegría más grande. La identificación con su santa voluntad en todo, limpia, purifica, clarifica el alma y la diviniza.

Tener la CRUZ, es tener la alegría: ¡es tenerte a Ti, Señor! En cambio, la mayoría de nosotros los cristianos entendemos que tomar la cruz significa “soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias”, esto no es lo prioritario en el cristianismo.

Veamos un ejemplo que nos ayudara a entender mejor el significado de la cruz.

Un señor se quejaba del dolor y el cansancio que le ocasionaba su cruz. “¿Qué puedo hacer, se preguntaba, para no cansarme tanto?”. Reflexionó brevemente y se dijo: “ya sé, cortaré un pedazo de la cruz y, de ese modo, no será tan pesada”. Tomó la sierra y prescindió de la parte inferior de la cruz. Ahora era más ligera y se podía llevar mejor. Pasado un tiempo, se le hizo otra vez pesada la cruz. “¿Y si le corto otro pedazo?”, se preguntó. Nuevamente aserró la cruz. Y así, tres, cuatro, cinco veces. La cruz cada vez era más fácil de llevar y soportar. Llegó a las inmediaciones del cielo a donde muchas otras personas se acercaban cargando con su cruz. Vio que el paraíso estaba rodeado de un río. Las personas se aproximaban, tendían cada uno su cruz sobre la corriente y, haciendo un puente con ella, pasaban a la otra orilla, alcanzando el cielo. El buen señor miró su cruz muy recortada, excesivamente recortada, tanto que no llegaba a la otra orilla y no pudo atravesar el río.

Este ejemplo nos ayuda a entender que la cruz es: “el medio, la condición necesaria para obtener la salvación”. Pero debemos precisar más.

¿Qué significa que la cruz sea condición necesaria para la salvación?

Otro ejemplo nos puede ayudar.

Imagínate una persona que desea adquirir un auto usado pero no tiene dinero y no sabe manejar. El vendedor le ofrece la oportunidad de trabajar en su jardín durante un año como pago del auto. Para usarlo se requieren dos condiciones por parte del comprador: trabajar un año en el jardín y aprender a manejar. Pero fíjate que las dos condiciones son muy diversas. La primera es una verdadera condición que pone el vendedor: “si no trabajas en mi jardín no te doy el auto”. En cambio la segunda no es una condición, sino una necesidad exigida por la misma naturaleza del auto: para usar un auto es necesario saber manejar. Tanto es así, que si le regalaran el auto, ahí se quedaría sin usarse mientras no aprenda a manejar.

La CRUZ no es una condición que nos pone Dios. Él no nos dice: “si quieres entrar al cielo tienes que cargar durante unos años con la cruz”. No. Dios nos regala el cielo. Ahí está, pero al cielo no se puede entrar si no se sabe manejar la cruz. “No se puede hablar de cruz sin considerar el amor de Dios por nosotros, el hecho que Dios nos quiere colmar de sus bienes”. Benedicto XVI

En realidad, “el cristiano no busca el sufrimiento en sí mismo, sino el amor”.

El amor matrimonial y el amor a los hijos nos pueden ayudar a entender este punto.

·         Un esposo no se sacrifica primero y después ama su esposa, por el contrario es el amor lo que nos mueve a renunciar al propio gusto y a aceptar la manera de ser de nuestro cónyuge.  

·         Una madre no sufre primero las incomodidades del embarazo y del parto, se levanta en la noche a dar de comer al bebé y una vez superadas estos sufrimientos comienza a amar. Es el amor de madre lo que mueve a sobrellevar las molestias, más aún las molestias no son tales sino algo propio, una característica del amor materno.

No se da primero el sacrificio para después amar.

Porque amo y quiero el bien de la persona que amo estoy dispuesto a renunciar al propio bien. Esto es la cruz, en consecuencia, sólo el que ama a Dios y desea entregarse a Él, toma la cruz como lo más normal del amor. En cambio, el que ve la cruz como una condición para amar a Dios, no le queda más remedio que “soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias”.

Muchas veces, sin embargo, la CRUZ la encontraremos en asunto pequeños, que salen a nuestro paso todos los días: el cansancio, el no disponer del tiempo que desearíamos, el tener que renunciar a un plan mas agradable que nos habíamos forjado, el llevar con caridad los defectos de nuestros hermanos en la comunidad, en la zona, una pequeña humillación que no esperábamos, la aridez en la oración. Es ahí donde también el Señor nos espera y nos pide que sepamos aceptar esas contradicciones, pequeñas o grandes, sin quejarnos, sin poner resistencia. Nos pide AMOR, recoger todo esto que nos contraria y ofrecerlo como una joya de mucho valor.

El dolor, llevado con AMOR, tiene otros frutos

Nos purifica el alma y refuerza nuestro carácter y nuestra personalidad. Nos da una comprensión y una capacidad de simpatía por nuestros hermanos (prójimo) que no puede adquirirse de otra manera. El dolor y el sufrimiento no son tristeza. La CRUZ, llevada junto a CRISTO, llena el alma de paz y de una profunda alegría en medio de las tribulaciones.

Hoy es un día para que reflexionemos como llevamos habitualmente las contradicciones, y la generosidad, frutos del AMOR, en la que buscamos mortificar voluntariamente, esas cosas pequeñas, que nos hacen vencer: el egoísmo, la pereza, el deseo de ser el primero en todo. Mortificaciones pequeñas que nos sirven para hacer mas amable la vida de los demás: ser cordiales en el trato con nuestros hermanos, vencer los estados de animo que nos llevan a alejarnos de la comunidad, sonreír cuando quizá tendremos que mostrarnos serios, cuidar la puntualidad, comer algo menos de aquello que nos gusta o tomar un poco mas de aquello que no nos gusta.

Nos enseña quiénes somos

La cruz, con sus dos maderos, nos enseña quiénes somos y cuál es nuestra dignidad: el madero horizontal nos muestra el sentido de nuestro caminar, al que Jesucristo se ha unido haciéndose igual a nosotros en todo, excepto en el pecado. ¡Somos hermanos del Señor Jesús, hijos de un mismo Padre en el Espíritu! El madero que soportó los brazos abiertos del Señor nos enseña a amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos. Y el madero vertical nos enseña cuál es nuestro destino eterno. No tenemos morada acá en la tierra, caminamos hacia la vida eterna. Todos tenemos un mismo origen: la Trinidad que nos ha creado por amor. Y un destino común: el cielo, la vida eterna. La cruz nos enseña cuál es nuestra real identidad.

Queremos decirles: que hay muchos hermanos que, como los discípulos de Emaús, se van de la Comunidad porque creen que la cruz es derrota. A todos ellos Jesús les sale al encuentro y les dice: ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? Lc 24, 25-26.

La cruz es pues el camino a la gloria, el camino a la luz. El que rechaza la cruz no sigue a Jesús. Mt 16, 24.

Nuestra razón, dirá Juan Pablo II, nunca va a poder vaciar el misterio de amor que la cruz representa, pero la cruz sí nos puede dar la respuesta última que todos los seres humanos buscamos: «No es la sabiduría de las palabras, sino la Palabra de la Sabiduría lo que San Pablo pone como criterio de verdad, y a la vez, de salvación.

¿Cómo podríamos rechazar la CRUZ, el sacrificio, que tan íntimamente esta relacionada con el AMOR y con la ENTREGA? 

Sal 54(53) 8: “Te ofreceré sacrificios de todo corazón y ensalzare tu nombre, Señor, porque eres bueno”

Viernes, 17 de julio del 2008.  FECEVA

Evangelización

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DIOS NO ESTA NUERTO

Esta mañana hable con El

 
Cuéntale a Dios tus aflicciones

Salmo 31 (30) 6.15.22.

Todos tenemos pruebas, duras aflicciones que sobrellevar y fuertes tentaciones que resistir. Cuéntale tus tribulaciones a Dios, porque Él sabe de tus necesidades y esta esperando que acudas a Él para que ejerza su condición de Padre, en una actitud de oración entrégale todas tus aflicciones. Dios no esta muerto. Él esta vivo y quiere que tu, yo y todos sus hijos confiemos plenamente en Él. 

Entrégale tus planes al Señor

Deberíamos poner nuestra alegría en El Señor y con plena seguridad hará todo lo que desee nuestro corazón. Confía en El Señor y déjalo actuar, pon tu porvenir en manos del Señor. Él sacara a la luz tus méritos y tus derechos. Porque Él nos conoce y examina: “Sabe cuando me siento y cuando me levanto, de lejos conoce mis pensamientos, sabe si camino o me acuesto, conoce bien todos mis pasos, aun no esta la palabra en mi lengua y Él la conoce entera. Su ciencia es un misterio para mí, tan grande que muchas veces no puedo comprenderla”. ¿ A donde podría ir lejos de su Espíritu? ¿A donde podré ir lejos de su presencia?.¡Cuan difíciles son sus pensamientos y que incalculable su conjunto! Salmo 32 (31) 7-8.10. Hermanos, tengamos por regla nunca decir palabras de duda o desaliento. Si hablamos palabras de esperanza, podemos hacer muchisimo para iluminar el camino de otros y fortalecer sus esfuerzos. En nuestra Comunidad hay mas de un hermano valiente acosado en extremo por la tentación, algunos a punto de desmayar en el conflicto que sostienen consigo mismo y con las fuerzas del mal. Nosotros no podemos darnos el lujo de desalentarlos en su dura lucha. Al contrario debemos alegrarlo con palabras de valor, llenas de esperanza, que lo impulsen por el camino que lo llevara a: “La Verdad Absoluta”. Solamente de esta manera puede resplandecer desde ti la luz de Cristo.

Romanos 14,7.

“En realidad, ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo”.Por nuestra influencia inconsciente pueden nuestros hermanos: Ser alentados y fortalecidos o desanimados y apartados de la verdad de Cristo. Como hijos de Dios estamos llamados a ser representantes de Cristo y mostrar siempre la bondad, la misericordia y el amor del Señor. Así como Cristo nos revelo el verdadero Plan de su  Padre, así tenemos que revelar a Cristo  a nuestros hermanos, a nuestros hijos y al mundo que no conocen de su amor y de su ternura compasiva. Si verdaderamente somos seguidores de Cristo, Él nos enviará a ti, a mí; a las familias, al pueblo, a la calle, al lugar donde vives. Jesucristo morando en nosotros quiere hablar a los corazones que no lo conocen. Tal vez no leen la Biblia o no oyen su voz que nos habla a través de otros hermanos, no ven el amor de Dios en sus obras. Pero si eres un verdadero representante de Jesús, siendo instrumento en sus manos, inducirás a otros a conocer algo de su bondad y serán ganados para amarlo y servirlo. 

2 Corintios 3,3.2.

“Nadie podrá negar que ustedes son una carta de Cristo, de la que fuimos los instrumentos, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo, no grabada en tablas de piedra, sino en corazones de carne. Son ustedes mismos nuestra carta de recomendación. La llevamos en nuestro corazón, pero todos la pueden leer y entender”También hay algunos entre nosotros que tienen ideas erróneas acerca de lo que significa seguir a Cristo.  A lo mejor su idea es que seguirlo es ir a misa solo los domingos, quizá ir la  procesión del Señor de los Milagros una vez al año. Para muchos la Vida en Comunidad se presenta bajo este aspecto. A menudo prometemos y decimos cosas que no son ciertas o no las difundimos tal como sucedieron; Siempre tenemos que agregar nuestra versión. A veces nos olvidamos que hemos sido salvados para salvar y formados para formar y no salvados para condenar, ni formados para deformar. 

Tito 1,16.11.

“Pretenden conocer a Dios, pero lo niegan con su manera de actuar; realmente son seres despreciables, rebeldes e incapaces de hacer el menor bien. Hay que taparles la boca cuando vienen a perturbar a familias enteras, enseñando lo que no deben …” 

Debemos tener una actitud comprensiva con los demás

Si vamos a tener siempre presente las acciones egoístas e injustas de nuestros hermanos, encontraremos que será imposible amarlos como Cristo nos  amo; pero si nuestros pensamientos se llenan del maravilloso Amor de Cristo y de la Misericordia que tuvo para con nosotros, manifestaremos a los demás el mismo espíritu.  Romanos 14,1.10.13.16.19.22.Es preciso, es urgente, no por que yo lo diga, sino por que Cristo nos los manda: “Amarnos y Respetarnos”, no obstante nuestras faltas e imperfecciones que no podemos menos que observarlas, deberíamos cultivar la virtud de la humildad y la desconfianza que existe entre nosotros  y pedirle a Dios una paciencia llena de ternura para hacerle frente a las faltas ajenas, para liberarnos de todo egoísmo y poder tener un corazón grande y generoso. Yo estoy seguro que ese día llegara porque es una promesa de Dios: “Nadie morirá sin antes ver la luz”.Algunos les gusta tomar preocupaciones prestadas, viven temerosos, a pesar que la mayoría de sus días disfrutan de las pruebas del amor de Dios y gozan no solo de su providencia, sino también de sus bondades, pero pasan por alto estas bendiciones. Sus mentes siempre están ocupadas en cosas que temen pueden venir o puede ser que exista realmente alguna dificultad que aunque pequeñas, ciega sus ojos a las muchas bendiciones que demandan gratitud. Las dificultades con que tropiezan, en vez de guiarlos a Dios, única fuente de ayuda, los alejan de Él, porque despiertan desasosiego y pesar.Hermanos no es la voluntad de Dios que sus hijos sean abrumados por el peso de las preocupaciones. Pero al mismo tiempo no quiere que nos engañemos. El no nos ha dicho no temas, no hay peligro en tu camino. Todo lo contrario Él sabe que hay pruebas y peligros y nos lo ha manifestado abiertamente. El no tiene la intención de apartarnos del mundo de pecado y maldad,  pero nos presenta un camino que nunca falla.

“Vengan a mí los que se sientan cansados y agobiados que Yo los aliviare”

Dios cuida de nosotros

El Señor quiere que todos sus hijos vivan felices, llenos de paz y sean obedientes.

Juan 14,27.

“Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes ni angustia, ni miedo”. La felicidad buscada por motivos egoístas, fuera de la senda del deber, es desequilibrada y transitoria; pasa y nos deja vacíos y tristes; no es así cuando servimos a Dios: hay gozo y satisfacción. Hermanos no busquemos la aparente felicidad en pesares vanos y contratiempos, si no tenemos los placeres de esta vida, aun podemos gozarnos en el servicio y la entrega a Dios, ofreciéndole nuestra vida, la vida de nuestros hijos y la de nuestra pareja a su hijo Jesucristo nuestra verdadera felicidad. Cada paso que demos debe acercarnos mas a Jesús. Cristo se encargara de darnos una experiencia mas profunda de su amor, para poder acercarnos mas a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros hermanos. No pierdas pues por un momento de placer lo que té costo mucho tiempo ganar. Ten confianza en el Señor. Ten firme seguridad, mas firme que nunca antes. Él nos ayudara hasta el fin. Es su promesa.   

Recomendaciones a todos nuestros hermanos

No existe otra receta mejor para fortalecernos que:  Leer y Orar con La Palabra de Dios diariamente. Ningún otro libro como la Biblia, es tan potente para elevar nuestros pensamientos, para darnos vigor y enfrentar las dificultades, como las grandes y bellas verdades que encontramos en la Palabra de Dios. Si nosotros no solo nos limitáramos a leer, sino que practicáramos en nuestra vida diaria la Palabra de Dios como se debe, tendríamos una grandeza de espíritu, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito, que nada, ni nadie nos dañaría. Cristo espera capacitarnos, por medio de su espíritu, para que oremos como Él quiere que los hagamos.La Fe en la Palabra de Dios no se puede ejercitar ni perfeccionar tanto en ninguna otra manera como en la oración. Yo personalmente oraba muy poco, pero ahora he aprendido que la Oración es para el cristiano la arma más importante que Dios le ha entregado. Hermanos lo que es más importante, tiene que ser más importante. Es decir, lo más importante tiene que ocupar el primer lugar en nuestra vida diaria. Es muy urgente en los tiempos que vivimos, tenemos que reconocer que son los tiempos de Dios, debemos comenzar con una nueva estrategia y la mejor es regresando a la Palabra de Dios para estudiar el lugar que Dios quiere que ocupe la oración en la vida de todos sus hijos. En otras palabras un nuevo entendimiento a través del Espíritu Santo, Señor y dador de vida, de lo que es la oración según la voluntad de Dios.Hermanos no equivoquen los caminos pretendiendo poner nuestros éxitos como si fueran éxitos de Dios. Al contrario proclamemos, los éxitos y triunfos de Dios en nuestras vidas, demos un verdadero testimonio de nuestro cambio. Dios ha escogido a los hombres más insignificantes para que el mundo vea lo que es capaz de hacer Dios con los hombres que se dejan guiar por Él. La misma luz que nos ha liberado de la esclavitud, nos mostrara el camino hacia la libertad plena que agrada a Dios. Escoger de todo lo bueno lo mejor y lo mejor que nos ha podido pasar es haber encontrado a Cristo en nuestras vidas, este es el verdadero  éxito de nuestras vidas, el éxito de Dios, es nuestro éxito. Recuerda hay muchas cosas que dicen y hablan de nosotros, pero hay algo que grita desde dentro de nosotros: Nuestras Actitudes     

Sí Dios esta con nosotros. Quien podrá estar contra nosotros.Palabra de Dios.

Que nada te turbe, que nada te espante. Tu tienes a Dios y es bastante.Santa Teresa.

Antes todo lo tenia y al mismo tiempo sin Ti no tenia nada.Hoy no tengo nada y teniendo a Ti lo tengo todo.San Agustín.

Es poco lo que te doy Señor Jesús y es demasiado lo que Tu me has dado a  mí. Feceva.   

Diogenes filosofo Griego, decía: “Cada vez que pasaba por el mercado se reía y decía, que le causaba mucha gracia y a la vez le hacia muy feliz ver cuantas cosas había en el mercado que el no necesitaba”. San Francisco de Asís, descubrió  una formula para lograr la felicidad: “Oh mi Dios, deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco”

Mateo 5,3.

“Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos”  Hermano: No por cuidar tus conquistas, te conviertas en esclavo de ellas.Si en esto ocupas tus manos, tus manos están perdidas.Recuerda: Rico no es él que más tiene, sino el que menos necesita.La felicidad no esta en quien muchos amores conquista.La felicidad esta en quien un amor le basta. Dios no esta muerto. Esta mañana hable con Él Salamanca, marzo de 1998